EL
TRINITARISMO: SU DEFINICION Y DESARROLLO
HISTORICO
Hemos
tratado de presentar la enseñanza positiva de la Escritura sin
prestar atención a las tradiciones humanas. Sin embargo, no podemos
cubrir el tema de la Deidad sin describir el desarrollo histórico de
la idea más aceptada en el Cristianismo, la doctrina de la trinidad.
En este capítulo definiremos el trinitarismo, brevemente trazaremos
su desarrollo histórico, y exploraremos algunas de las ambigüedades
inherentes en aquella doctrina y algunos problemas relacionados con
ella. En el capítulo XII, llegaremos a unas conclusiones sobre el
trinitarismo, comparando esta doctrina con las enseñanzas de la
Biblia, precisando algunos de los serios problemas con ella a la luz
de los pasajes bíblicos, y comparándola con la creencia de la
Unicidad.
Definición
de la Doctrina de la Trinidad
El
trinitarismo es la creencia que hay tres personas en un Dios. Esto se
ha dicho en varias maneras, tales como “un Dios en tres Personas”1
y
“tres personas en una sustancia.”
Esto
mantiene que en Dios hay tres distinciones de la esencia, y no
solamente de la actividad.3
Los
nombres dados a estas tres personas son Dios Padre, Dios Hijo, y Dios
Espíritu Santo.
La
doctrina trinitaria ortodoxa, como se ha desarrollado a través de
los siglos, también mantiene que estas
tres
personas son coiguales en poder y autoridad, que ellas son coeternas
en el pasado, el presente, y el futuro, y que en cada una la misma
naturaleza divina se contiene completamente.4
Sin embargo, a cada persona se le da
una
característica única cuando se ve en referencia a las otras: el
Padre no es engendrado, el Hijo es engendrado o generado, y el
Espíritu es procediente.5
Los trinitarios dicen a veces que la unicidad del
Padre se exhibe en la
creación,
la del Hijo en la redención, y la del Espíritu en la santificación,
pero todos los tres comparten activamente en cada obra, con varios
niveles de funciones. Puesto que cada uno participa en las obras de
los otros, no hay ninguna clara distinción sobre esa base.
Los
trinitarios llaman a estas tres personas la trinidad o el Dios trino.
Un erudito trinitario describe a la trinidad como sigue: “Hay que
pensar de la Trinidad ni como un Dios en tres manifestaciones ni como
una tríada simétrica de personas con funciones separables; al
contrario la Trinidad significa un Dios en tres modos de existencia—
Padre, Hijo, y Espíritu, y cada uno de éstos participa en la
actividad del otro.”7
Los
trinitarios utilizan con frecuencia el diagrama de un triángulo para
explicar su doctrina. Las tres esquinas representan a los tres
miembros de la trinidad, mientras que el triángulo completo
representa a Dios como la trinidad entera. Entonces, el Padre no es
el Hijo y no es el Espíritu Santo. Además, ni el Padre, ni el Hijo
ni el Espíritu es Dios completamente fuera de los otros. (Véase el
Capítulo XII para una tabla que enumera los principios esenciales
del trinitarismo y que los compara con los principios esenciales de
la Unicidad.)
Problemas
con el Triteísmo
Los
trinitarios ortodoxos niegan al triteísmo, que es la creencia en
tres dioses. Sin embargo, cuando se les pide una explicación de cómo
puede haber tres distintas personas y todavía haber un solo Dios,
ellos explican que la Trinidad es un misterio que nuestras mentes
humanas finitas no pueden comprender completamente.8
Puesto
que los trinitarios procuran rechazar el concepto de tres dioses,
ellos generalmente muestran una
aversión
de describir a Dios en términos de tres seres, personalidades, o
individuos. Un trinitario dijo, “Ningún
teólogo
cristiano importante ha razonado que hay tres seres conscientes en sí
mismos en la Deidad.”
Otro
escritor
trinitario rechaza la idea de que la trinidad se compone de tres
individuos, pero sí denuncia que se
ponga
demasiado énfasis en la Unicidad, lo cual (él dice) conduce a un
concepto judío de Dios.
Esta
repugnancia de utilizar los términos que dividen agudamente a Dios
es loable; sin embargo, persona
es en sí misma una palabra que tiene el mismo efecto. El
diccionario Webster defiene la palabra persona
así: “un ser humano individual” y “la personalidad
individual de un ser humano.”11
Esto
no es solamente una mera sutileza acerca de terminología; porque a
través de la historia del trinitarianismo, el concepto de la palabra
persona ha sido interpretado práctica y teológicamente por muchos
trinitarios para significar tres seres. Por ejemplo, los tres
Capadocios del cuarto siglo (Gregorio de Nissa, Gregorio Nacianzo, y
Basilio de Cesarea) enfatizaban el concepto de tres en la trinidad
hasta el punto que ellos tenían tres personalidades.12
Boetio
(c. 480-c. 524) definió a persona
como
“una sustancia individual con un naturaleza racional.” 13
Muchas
veces, de los tiempos medievales al presente, los trinitarios han
representado a la trinidad por un cuadro de tres hombres, o por un
cuadro de un hombre anciano, un hombre joven, y una paloma.
Hoy
en los círculos trinitarios pentecostales hay un concepto de la
Deidad que implica el triteismo absoluto.
Esto
es evidente de las declaraciones siguientes hechas por tres
trinitarios pentecostales—un comentarista
prominente,
un evangelista prominente, y un autor.
“Lo
que significamos por Trinidad Divina es que hay tres personas
separadas y distintas en la Deidad, cada una teniendo su propio
cuerpo personal y espiritual, su alma personal, y su espíritu
personal en el mismo sentido de que cada ser humano, cada ángel o
cualquier otro ser tiene su propio cuerpo, alma, y espíritu. . .
Entonces
hay tres personas distintas en individualidad divina y en pluralidad
divina. . . . La palabra Dios
se usa como palabra singular o como palabra plural.”14
“Entonces
hay tres personas distintas en la individualidad divina y en la
pluralidad divina. . . . Individualmente cada uno se llama Dios;
colectivamente se puede hablar de ellos como de un Dios debido a su
unidad perfecta. . . .Todo lo que podría pertenecer a Dios
colectivamente también podría pertenecer igualmente a cada miembro
de la Deidad como individuo. Sin
embargo, hay algunos detalles que pertenecen a cada persona
individual de la Deidad en cuanto a posición, oficio, y obra que no
podrían ser atribuidos a cualquiera de los demás miembros de la
Deidad.”15
El
tercer trinitario pentecostal, un autor, cotiza una definición
de la palabra persona
del Diccionario
Webster: “un
individuo particular.” Entonces el da su propia definición: “Una
persona es alguien que tiene intelecto, sensibilidad,
y voluntad.” El procura justificar la usanza trinitaria de la
palabra persona.
“Cuando
se aplica la palabra persona
a un ser creado, esto representa a un individuo
absolutamente distinto a todos los demás; pero cuando se aplica al
Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo, persona
debe ser calificada para excluir una existencia aparte,
porque mientras que los tres son distintos, ellos son inseparables—un
Dios. Sin embargo, con esta calificación, persona
sigue siendo el término que declara más precisamente el
modo permanente de la existencia dentro de la Deidad.16
Es
evidente que muchos trinitarios interpretan su doctrina para
significar tres personalidades, tres seres, tres mentes, tres
voluntades, o tres cuerpos en la Deidad. Niegan que cuando ellos usan
persona
quieren
decir solamente manifestaciones, misiones, o relaciones con el
hombre. En cambio, defienden una calidad eterna de tres de esencia
mientras que dicen que es un misterio incomprensible. Reducen el
concepto de la unicidad de Dios a una unidad de personas plurales.
Por su definición, convierten al monoteísmo en una forma de
politeísmo, diferenciandolo del politeísmo pagano solamente en que
hay harmonía perfecta y unidad entre los dioses. A pesar de las
negaciones de los trinitarios, ésto es
politeísmo—triteísmo
para ser exacto—y no el monoteísmo enseñado por la Biblia y
mantenido por el judaísmo.
Problemas
con el Subordinacionismo
También
los trinitarios niegan cualquier forma de subordinación de una
persona a otra en poder o en eternalidad. Sin embargo, dicen a menudo
que Dios Padre es la cabeza de la trinidad, Dios Hijo es engendrado
por el Padre, y el Espíritu procede del Padre o del Hijo o de ambos.
Una vez más insisten que no hay contradicción, porque nuestras
mentes finitas simplemente no pueden comprender la plenitud del
significado descrito por estas relaciones.
Sin
embargo, sabemos que a través de la historia los trinitarios
prominentes han interpretado su propia doctrina de una manera que
subordina a Jesucristo o le hace inferior. Tertuliano, el primer
prominente exponente del trinitarismo, enseñó que el Hijo estaba
subordinado al Padre y que la trinidad no es eterna.17
El enseñaba que el Hijo no existía como una
persona distinta en el principio, sino más bien fue engendrado por
el Padre para llevar a cabo la creación del mundo. Además,
Tertuliano creía que la distinción de personas cesaría en el
futuro. Origen, el primer gran propositor del trinitarismo en el
Oriente, también vio el Hijo como subordinado al Padre en existencia
y que él incluso mantenía que la oración debería ser dirigida
solamente al Padre.18
Cuando ellos usaban el término Hijo, ambos hombres
querían decir la Deidad de Cristo. Por lo tanto, puede decirse que
el trinitarismo comenzó como una doctrina que subordinó a Jesús a
Dios.
En
los círculos trinitarios modernos, se ve una forma de
subordinacionismo cuando los trinitarios utilizan las
limitaciones
humanas de Cristo para probar una distinción entre Dios Padre y
“Dios Hijo” en vez de una simple
distinción
entre la naturaleza divina de Cristo (Padre) y su naturaleza humana
(Hijo). Por ejemplo, uno debe observar su uso de las oraciones de
Cristo, su falta de
conocimiento, y su falta de poder para probar que “Dios Hijo”
es diferente de Dios Padre. Incluso mientras que ellos afirman la
coigualdad del Hijo y del Padre, muchas veces
la niegan en una manera práctica y confiesan que no entienden lo que
realmente significa.
Los
creyentes de la Unicidad dicen que el Hijo estaba subordinado al
Padre. Sin embargo, ellos no creen que Jesús
está subordinado al Padre en el mismo sentido que los trinitarios
creen. En cambio, ellos creen que Jesús en su papel humano del Hijo
estaba subordinado y limitado, pero Jesús en su papel divino del
Padre no estaba subordinado o limitado. En otras palabras, la
naturaleza humana de Jesús estaba subordinado a la naturaleza divina
de Jesús. Al separar al Padre del Hijo en personas distintas, los
trinitarios niegan que Jesús es el Padre, así entonces
detrayendo inevitablemente de la Deidad plena de Jesús. A pesar de
sus negaciones, en efecto su doctrina le subordina a Jesús al Padre
en la Deidad.
Terminología
Extrabíblica
Hay
unos serios problemas con la terminología trinitaria. En primer
lugar, la Biblia en ninguna parte usa la
palabra
trinidad.
La palabra tres
no aparece en
lo referente a Dios en ningún versículo de la Biblia con la
excepción del versículo dudoso de I Juan 5:7. Incluso este pasaje
se lee, “estos tres son uno.”
La
palabra persona
tampoco
aparece en lo referente a Dios. La Biblia nunca usa la palabra plural
personas
para describir a Dios.
En
breve, tal como muchos eruditos trinitarios admiten, la Biblia no
expresa explícitamente la doctrina de la trinidad. La
Nueva Enciclopedia Católica dice: “Existe el
reconocimiento de parte de los exégetas y los teólogos bíblicos
. . . que uno no debe hablar del trinitarismo en el
Nuevo Testamento sin serias calificaciones. . . . ahora la exégisis
del Nuevo Testamento está aceptada como habiendo demostrado que no
solo el idioma verbal sino también los patrones del pensamiento
características del desarrollo patrístico [de los padres de la
iglesia] y conciliano [de los consejos de la iglesia] habrían sido
absolutamente extrañas a la mente y a la cultura de los escritores
neotestamentarios.”19
El
teólogo trinitario protestante Emil Brunner ha dicho, “La doctrina
de la trinidad misma, sin embargo, no es una doctrina bíblica y ésto
no es por accidente sino es de necesidad. Es el producto de reflexión
teológica
acerca
del problema. . . . La doctrina eclesiástica de la trinidad no es
solamente el producto del pensamiento
bíblico
genuino, también es el producto de especulación filosófica, que
está alejada del pensamiento bíblico.”20
Desarrollo
Histórico del Trinitarismo
Si
el trinitarismo no viene de la Biblia, ¿dónde originó? No hay duda
que el trinitarismo cristiano se desarrolló a través de varios
siglos después de que fuera escrito el Nuevo Testamento. Según La
Nueva Enciclopedia Católica,
los historiadores del dogma y los teólogos sistemáticos reconocen
“que cuando uno habla de un trinitarismo absoluto, uno ha avanzado,
por ejemplo, desde el período de los orígenes Cristianos hasta el
último cuadrante del 4to siglo. . . . De lo que se ha visto hasta el
momento, la impresión podría presentarse que el dogma trinitario es
en el último análisis una invención de fines del 4to siglo. En un
sentido, ésta es la verdad pero implica una interpretación
extremadamente estricta de las palabras claves “trinitario” y
“dogma” . . . La formulación ‘un Dios en tres personas’ no
se estableció sólidamente y ciertamente no estaba asimilado
completamente en la
vida cristiana y su profesión de fe, antes del fin del IV siglo.
Pero es precisamente esta formulación que tiene la primera demanda
al título el
dogma trinitario.”21
Trazaremos
brevemente el desarrollo histórico de esta doctrina en el
cristianismo, pero primeramente déjenos explorar
algunos orígenes y paralelos paganos del trinitarismo.
Orígenes
y Paralelos Paganos
El
erudito trinitario Alexander Hislop afirma que los babilonios
adoraban a un Dios en tres personas y usaban
el
triángulo equilátero como símbolo de aquella trinidad. En su
libro, Hislop muestra los cuadros usados en Asiria antiguo y en
Siberia para representar las divinidades trinitarias. Él también
traza las ideas trinitarias al culto babilónico del padre, de la
madre, y del hijo, diciendo que la trinidad babilónica era “el
Padre Eterno, el Espíritu de Dios encarnado en una madre humana, y
un Hijo Divino, el fruto de aquella encarnación.”22
El
historiador Will Durant describe la trinidad en Egipto antiguo. El
“Ra, Amon, y otro dios, Ptah, eran
combinados
como tres encarnaciones o aspectos de una deidad suprema y trina.”23
Egipto también tenían una
trinidad
divina de padre, madre, e hijo en los dioses Osiris, Isis, y Horus.24
Existen
trinidades en otras importantes religiones paganas tales como el
hinduismo, el budismo, y el taoísmo.
El
hinduismo ha tenido una trinidad suprema desde las épocas antiguas:
Brahma el Creador, Shiva el Destructor, y
Vishnu el Preservador. Un erudito describió la creencia:
“Brahman-Atman, la última realidad impersonal alcanza
una triple manifestación religiosamente significante o un tríada
[de dioses] por medio de las tres deidades personales que representan
las funciones divinas
de la creación, la destrucción, y la preservación
respectivamente.” 25
Esta
trinidad es representada a veces por una estatua de un dios con tres
cabezas.
El
budismo también tiene cierta clase de una trinidad. La escuela
(norteña) de Mahayana del budismo tiene la doctrina de un “cuerpo
triple” o de Trikaya.26
Según
esta creencia hay tres “cuerpos” de “la realidad budista.” El
primero es la realidad eterna, cósmica, el segundo es la
manifestación celestial del primero, y el tercero es la
manifestación terrenal del segundo. Además, muchos budistas adoran
a estatuas de tres cabezas de Buda.27
El
Taoísmo, la antigua religión mística de la China, tiene una
trinidad oficial de dioses supremos—el emperador Jade, Lao Tzu, y
Ling Pao—a quienes se llaman las tres Purezas.28
Una
trinidad filosófica aparece en Platón y se hace muy significativa
en el neoplatonismo.29
Por supuesto, la filosofía griega, particularmente
la platónica y el pensamiento neoplatónico, ejercían una
influencia mayor en la teología de la iglesia antigua. Por ejemplo,
la doctrina trinitaria del Logos proviene del filósofo neoplatónico
Filo. (Véase el Capítulo IV.) Entonces, podemos ver que
la idea de una trinidad no originó con el cristianismo, sino que era
una característica significativa de muchas religiones y filosofías
paganas antes de la era cristiana y a causa de su existencia hoy en
tantas distintas formas se sugiere un antiguo origen pagano.
Desarrollos
Después de los Apóstoles
Las
Escrituras no enseñan la doctrina de la trinidad, sino
más bien, el trinitarismo tiene sus raíces en el paganismo. ¿Cómo,
entonces, se metió esta doctrina pagana adentro
del cristianismo? Para una respuesta a esta pregunta, hemos
confiado primariamente en los profesores del
Seminario Luterano Otto Heick y E. H. Klotsche, en Roland
Bainton, un profesor de la Universidad de Yale que
enseña la historia de la iglesia, en Juan Noss, un profesor de
la universidad, en Will Durant, el conocido filósofo e
historiador, y en La Enciclopedia de Religión y de
Etica.
En
el Capítulo X, observamos que los líderes del tiempo post-apostólico
( 90–140 D. C.) no abrazaban la idea de
una trinidad. Al contrario, ellos enfatizaban el monoteísmo
del Antiguo Testamento, la deidad de Cristo, y
la humanidad de Cristo. Los apologistas griegos (de 130–180
D. C.) también enfatizaban la Deidad de Dios. Sin
embargo, algunos se movían hacia el trinitarianismo.
Esta
tendencia hacia el trinitarismo comenzó al hacer al
Logos (Verbo) una persona distinta. Siguiendo un pensamiento de
la filosofía griega, particularmente en las enseñanzas
de Filo, algunos de los apologistas griegos comenzaron
a pensar del Logos como una persona distinta al
Padre. Sin embargo, esto no era el trinitarismo sino una
forma de binitarismo que subordinaba al Logos al Padre.
A ellos el Padre unicamente era el Dios verdadero y
el Logos era un ser divino creado de menor rango. Eventualmente,
el Logos se compararaba con el Hijo. Al parecer,
la fórmula trinitaria del bautismo llegó a ser una práctica
entre algunas iglesias cristianas, aunque las pocas
referencias a ella pueden ser o recitaciones de Mateo
28:19 o interpolaciones agregadas por copistas posteriores.
Además, durante este tiempo, un apologista llamado
Teófilo usaba la palabra tríada
(triados) para describir
a Dios. Sin embargo, él probablemente no la usaba
para significar una trinidad de personas sino un tríada
de las actividades de Dios.
A
menudo Ireneo (muerto cerca del año 200) es considerdo como
el primer teólogo verdadero de ese período.30 El
enfatizaba la manifestación de Dios en Cristo para el motivo
de la redención. Algunos eruditos han caracterizado las
creencias de Ireneo como “el trinitarismo económico.” Al
decir eso ellos significan que él no creía en una trinidad
eterna ni en una trinidad de la esencia sino solamente en
una trinidad que es temporal de naturaleza— probablemente
una trinidad de las actividades ú operaciones
de Dios. Ireneo, quien no utilizaba la doctrina griega
del Logos, identificaba al Logos con el Padre. Su teología
tenía tres características dominantes: un fuerte énfasis
bíblico, una reverencia para la tradición apostólica, y
un fuerte énfasis cristocéntrico. Parece que él no era un
trinitario sino un creyente de la Unicidad.
En
resumen, en el primer siglo después de los apóstoles, la
doctrina de la trinidad ni se había desarrollado. Sin
embargo, en algunos círculos una forma del binitarianismo subordinacionístico
emergió basada en ideas filosóficas
griegas, una doctrina denunciada en el primer capítulo
del Evangelio de Juan. (Véase el Capítulo IV.) La Nueva
Enciclopedia Católica dice
lo siguiente acerca del
trinitarismo en ese tiempo en la historia de la iglesia: “Entre
los Padres Apostólicos, no había existido nada que aun
se acercaba remotamente a tal mentalidad o perspectiva; entre
los Apologistas del segundo siglo, poco más que
enfocarse en el problema como el de la pluralidad dentro
de la Deidad única. . . . En el análisis final, el logro teológico
del segundo siglo era limitado . . . Una solución trinitaria
estaba todavía en el futuro.”31
Tertuliano—el
Padre Del Trinitarismo
Cristiano
Tertuliano
(c. 150–c. 225 D. C.) era la primera persona registrada
por la historia que utilizaba las palabras
trinidad
(Latín:
trinitas),
sustancia,
y persona
en lo referente
a Dios.32
El
era la primera persona que hablara
de
tres personas en una sustancia (Latín: una
substantia et
tres personae).
Tertuiliano adhiría a la concepción económica
de la trinidad. Es decir, él creía que la trinidad existía
con el fin de revelación solamente, y después de que
esto se hubiera logrado, las distinciones entre las personas cesarían.
Sin embargo, él definitivamente no estaba de
acuerdo con Ireneo en que él utilizaba la doctrina del Logos
de los apologistas griegos. Tertuliano igualaba al Logos
con el Hijo. El creía que el Padre creó al Logos para la
creación del mundo y que el Logos estaba subordinado al
Padre. La doctrina de la trinidad no planteó ningún problema
para Tertuliano, porque su teología entera se basaba
en el pensamiento que cuanto más imposible el objeto
de la fe es, más cierta es. El ha sido caracterizado por
la declaración, “Yo lo creo porque es absurdo.”
Hay
una cierta cuestión acerca de lo que Tertuliano actualmente
significaba por su formulación trinitaria,
especialmente
su uso de la palabra latina persona.
Según un
manual de términos teológicos, en la ley Romana la palabra persona
significaba una entidad legal o un partido.33 En
el drama la palabra persona significaba una máscara usada
por un actor o, por extensión, un papel desempeñado por
un actor. Ninguno de los dos usos indica necesariamente el
significado moderno de la palabra persona como un
ser consiciente de sí mismo. Por ejemplo, un actor podría
desempeñar varios papeles (personae)
y una corporación legal
(persona)
podría consistir de varios individuos. Por
otra parte, la palabra probablemente podría señalar
también a seres humanos individuales.
En
el cuarto siglo, la palabra griega hipóstasis
se usaba
en la formulación oficial de la doctrina trinitaria.
Según
Noss, el hipóstasis
era una
palabra abstracta que significaba
subsistencia o manifestación individualizada. El
dice, “Cuando esa formulación fue traducida al latín, el significado
algo abstracto en el griego para la manifestación
individualizada llegó
a ser la palabra algo concreta
persona,
y connotaciones de una personalidad distinta
y autónoma fueron sugeridas de una manera no prevista
por la fraseología griega original.”34
Sin
embargo, esta
palabra latina concreta era precisamente lo que Tertuliano
había utilizado anteriormente. Otro erudito dice
que cuando hipóstasis
fue
traducida a persona
las dos
palabras eran básicamente iguales, ambos significaban “ser
individual.”35
Es
evidente que mucha gente en el tiempo de Tertuliano se
oponía a su nueva formulación. Por su propia
admisión,
la mayoría de los creyentes en su día rechazaban su
doctrina por dos causas: primeramente su Regla
de
Fe (credo antiguo o declaración de su creencia) prohibía el
politeísmo, y en segundo lugar la doctrina de Tertuliano dividía
la unicidad de Dios.36
Nuestro conocimiento
de los primeros creyentes modalistas (unicidad),
Noeto
y Praxeas, viene de su fuerte oposición a Tertuliano
y su fuerte oposición a ellos. Si Tertuliano quería
decir solamente que Dios tenía tres papeles, máscaras, o
manifestaciones, no habría ningún conflicto con
el
modalismo, especialmente puesto que Tertuliano no creía
en una trinidad eterna. Por lo tanto, concluimos
que
Tertuliano sí quería decir tres diferencias esenciales en
Dios y que persona
sí
connotaba o implicaba a una
personalidad
distinta, tal como Noss sugerió. En cualquier
caso, está claro que en el día de Tertuliano los
creyentes
de la Unicidad veían a su doctrina como agudamente opuesta
a su propia doctrina, la cual era la
creencia
de la mayoría de aquel tiempo. Aquí
hay una nota final acerca de Tertuliano. El se convirtió
en un seguidor de Montano, un antiguo hereje que
decía que era el Paracleto (Consolador) prometido en Juan
14 y que era el último profeta antes del fin del mundo.
Eventualmente Tertuliano comenzó a elogiar al celibato
y a condenar al matrimonio. Por fin, fue excomulgado juntamente
con los demás Montanistas.
Otros
Antiguos Trinitarios
Tertuliano
introdujo la terminología del trinitarismo y se
hizo su primer gran proponente del occidente pero Origen (muerto
254 D.C.) se convirtió en su primer gran proponente
en el oriente.37
Origen procuró
fundir la
filosofía
griega y el cristianismo en un sistema de conocimiento
más alto y que los historiadores describen a
menudo
como el gnosticismo cristiano. El aceptaba la doctrina
griega del Logos (es decir que el Logos era una
persona
distinta al Padre), pero de él agregó una característica única
no propuesta hasta su tiempo. Esta era la
doctrina
del Hijo eterno. El enseñaba que el Hijo o el Logos
era una persona distinta desde toda la eternidad.
Además,
él dijo que el Hijo fue engendrado desde toda la eternidad
y está siendo engendrado eternamente. El conservaba una
subordinación del Hijo al Padre en existencia u
origen, pero se acercaba más a la doctrina posterior de su
igualdad con el Padre.
Origen
tenía muchas creencias herejes debido a su aceptación
de doctrinas de la filosofía griega, su énfasis en
el conocimiento místico en vez de la fé, y su interpretación extremadamente
alegórica de las Escrituras. Por
ejemplo, él creía en la preexistencia de las almas de los
hombres, negaba la necesidad de la obra redentora de Cristo,
y creía en la última salvación de los impíos, incluyendo
al diablo. Por ésas y otras doctrinas heréticas, fue
excomulgado de la iglesia. Los concilios eclesiásticos formalmente
condenaron muchas de sus doctrinas en los años
543 y 553.
Otros
prominentes trinitarios en la historia de la iglesia
primitiva eran Hipólito y Novaciano. Hipólito era
el opositor trinitario de Sabelio. El se opuso a Calisto, el
obispo de Roma, y dirigió un grupo cismático en contra
de él. A pesar de eso, la Iglesia Católica más adelante le
canonizó.
Novaciano
era uno de los primeros en enfatizar al Espíritu
Santo como una tercera persona. El enseñaba la subordinación
del Hijo al Padre, diciendo que el Hijo era una
distinta persona, pero que él tenía un principio y que salió
de Padre. Cornelio, obispo de Roma, excomulgó a Novaciano
porque Novaciano creía que había un número de
pecados serios que no podrían ser perdonados si hubieran
sido cometidos después de la conversión.
El
Concilio de Nicea
Al
fin del tercer siglo, el trinitarismo había reemplazado al
modalismo (Unicidad) como la creencia sostenida
por
la mayoría de los cristianos, aunque las ideas emergentes del
trinitarismo no estaban todavía en la forma de
la
doctrina moderna.
Durante
la primera parte del cuarto siglo, una gran controversia
sobre la Deidad llegó a una culminación—el choque
entre las enseñanzas de Atanasio y Ario. Ario deseaba
preservar la Unicidad de Dios pero a la vez proclamar
la personalidad independiente del Logos. Como
los trinitarios, él igualaba al Logos con el Hijo y con
Cristo. El enseñaba que Cristo es un ser creado—un ser
divino pero no de la misma esencia del Padre y no igual
al Padre. En otras palabras, a él Cristo era un semidiós.
Actualmente,
Ario enseñó una nueva forma de politeísmo.
Ario no era un creyente de la Unicidad en ningún
modo, y el movimiento moderno de la Unicidad rechaza
fuertemente cualquier forma de arianismo.
En
oposición a Ario, Atanasio tomó la posición de que el
Hijo es coigual y coeterno con el Padre y de la misma esencia
del Padre. Esta ahora es la creencia del trinitarianismo moderno.
Por lo tanto, mientras que Tertuliano introdujo
muchos conceptos y términos trinitarios al Cristianismo, se
puede considerar a Atanasio como el verdadero padre
del trinitarismo moderno.
Cuando
la polémica entre Ario y Atanasio comenzó a inundar
al imperio romano, el emperador Constantino decidió
intervenir. Porque él hacía poco se había convertido al
cristianismo y lo había establecido como la religión oficial,
sentía la necesidad de proteger la unidad del cristianismo para
el bienestar del imperio. Según la tradición su
conversión se hizo como resultado de una visión que él vio
justo antes de una batalla crucial. Supuestamente, él vio
una cruz en el cielo con el refrán, “Vence en esta señal.”
El procedió a ganar la batalla, llegando a ser el coemperador
en 312 D.C. y el emperador pleno en 324 D.C.
Cuando la gran controversia entre Ario y Atanasio amenazó
a dividir su imperio que él había ganado hacía poco
y a destruir su plan para usar el cristianismo para consolidar
y mantener su poder político, él convocó el primer
concilio ecuménico de la iglesia, la cual tomó lugar
en Nicea en 325 D.C.
Constantino
no era ningún modelo del cristianismo. En
326 D.C. él mató a su hijo, a su sobrino, y a su esposa. A
propósito él postergó su bautismo hasta un poco antes de
su muerte, diciendo que así él sería limpiado de todos los
pecados de su vida. Durant dice de él, “el cristianismo era
para él un medio, pero no un fin . . . Mientras que el cristianismo
convertía al mundo, el mundo convertía al cristianismo
y exhibía el paganismo natural de la humanidad.”38
Al
establecer al cristianismo como la religión preferida del
imperio romano (así obligando a los oficiales romanos a ser
cristianos), Constantino alteró radicalmente a la iglesia y
aceleró su aceptación de los ritos paganos y las doctrinas heréticas.
Como el historiador eclesiástico Walter Nigg dice,
“Tan pronto como el emperador Constantino bajó las barreras
y las masas de la gente llenaron la iglesia debido al puro
oportunismo, la integridad de la ética cristiana fue derrotada.”39
Cuando
se convocó el Concilio de Nicea, Constantino no
tenía interés en ningún resultado particular, siempre en
cuanto que los participantes llegaran a un acuerdo. Una
vez que eso se cumplió, Constantino apoyó el resultado.
“Constantino,
quien trataba a las cuestiones religiosas
solamente
desde un punto de vista político, aseguraba
la unanimidad por
excomulgar a todos
los obispos quiénes no firmarían las nuevas
profesiones
de fe. De esta manera la unidad fue alcanzada.
Que un credo universal sería instituido basado
únicamente
en la autoridad de un emperador era
una cosa totalmente
nueva . . . Ningún obispo
dijo una sola palabra en contra
de esta cosa monstruosa.”40
Heick
divide a los participantes de Nicea entre tres grupos:
una minoría de arianos, una minoría de atanasianos,
y una mayoría que no entendía el conflicto pero
deseaba tener la paz.41
El Concilio
finalmente adoptó un
credo que denunció claramente al arianismo pero que dijo
poco en cuanto a una enseñanza positiva de la trinidad.
La frase clave dijo que Cristo era de la misma esencia
(griego: homoousios)
como el Padre y no apenas de
una esencia semejante (homoiousios).
Es bastante interesante
que los modalistas (creyentes de la Unicidad) habían
utilizado la palabra escogida (homoousios)
para expresar
la identidad de Jesús con el Padre. Muchos que abogaban
sin éxito el uso del último término (homoiousios)
realmente no querían decir que Jesús era diferente
al Padre en sustancia, pero, en cambio, ellos deseaban
evitar las implicaciones de la Unicidad del término anterior.
Entonces el credo que resultaba era un claro
rechazamiento del arianismo, pero también era un rechazamiento
no tan claro del modalismo (la Unicidad).
La
versión original del Credo de Nicea que fue formulada por
el Concilio de Nicea en lo referente a la Deidad es
como sigue:
“Creemos
en un solo Dios, el Padre Omnipotente, hacedor
de
todas las cosas visibles e invisibles. Y
en un solo Señor
Jesucristo, el Hijo de Dios,
engendrado del Padre, el único
engendrado, es
decir, de la naturaleza del Padre. Dios
de Dios, Luz
de Luz, verdadero Dios de verdadero Dios,
engendrado,
no hecho, de una sola sustancia con el
Padre,
por quien todas las cosas fueron hechas, tanto
las cosas
en el cielo como las cosas en la tierra;
quien por nosotros
los hombres y por nuestra salvación
descendió y fue
hecho carne y asumió la
naturaleza humana, sufrió y resucitó
el tercer día,
ascendió al cielo, (y) vendrá otra vez
para juzgar a
los vivos y a los muertos. Y en el Espíritu
Santo.
Pero la iglesia santa y apostólica anatematiza a
aquellos que dicen que había un tiempo cuando él
no
existía, y que él se hizo de cosas no existentes,
o
de otra persona o ser, diciendo que el Hijo
de Dios es
mudable, o cambiable.”42
No
hay una declaración clara de la trinidad en este credo,
sino asevera que Jesús es de una sustancia con el Padre
en oposición al arianismo. No hay referencia al Espíritu
Santo como una persona distinta en la Deidad, sino
meramente expresa una creencia en el Espíritu Santo.
Este original Credo de Nicea indica una distinción personal
entre el Padre y el Hijo y afirma que el Hijo no es mudable
o cambiable. Esta última frase es una salida de la doctrina
bíblica del Hijo y apoya al trinitarismo moderno puesto
que enseña a un Hijo eterno. Básicamente, entonces,
el Concilio de Nicea tiene una importancia triple:
es un rechazamiento del arianismo; es la primera declaración
oficial incompatible con el modalismo (la Unicidad);
y es la primera declaración oficial que apoya al trinitarismo.
Después
de Nicea
Sin
embargo, la victoria trinitaria de Nicea no fue completa.
Los próximos sesenta años vieron una constante
polémica
entre los arianos y los atanasianos. Aun algunos
participantes en el Concilio tal como Marcelo, el
obispo
de Ancira, salían a favor del Sabelianismo (la Unicidad). 3
Ario envió
una carta conciliatoria a Constantino que
lo ocasionó a reabrir el asunto. Un Concilio convocado en
Tira en 335 realmente invertió la doctrina Nicense a favor
del Arianismo. Atanasio se fue al exilio, y Ario habría
sido reincorporado como obispo si él no hubiera muerto
la noche anterior.44
Atanasio
fue desterrado cinco o seis veces durante este
período. Mucho del conflicto se debía a circunstancias políticas.
Por ejemplo, cuando Constancio, el hijo de Constantino,
llegó al poder, él respaldó a los arianos, deponiendo
a los obispos de Atanasio y nombrando a los arianos
en su lugar. La controversia producía unas violentas luchas
políticas internas y mucha matanza.
El
Profesor Heick acredita el éxito definitivo del Atanasianismo
a la elocuencia y la perseverancia de Atanasio
mismo. “El factor decisivo en la victoria . . . era la
determinación resuelta de Atanasio durante una vida larga
de persecución y opresión.”45
Sin embargo,
no era hasta
el segundo Concilio ecuménico, llamado por el Emperador
Teodosio y convocado en Constantinopla en 381,
que el asunto se resolvió. Este Concilio, celebrado después
de la muerte de Atanasio, ratificó el Credo de Nicea.
También resolvió otro gran asunto que se había discutido
fervientemente después de Nicea, es decir, la relación
del Espíritu Santo a Dios. ¿Era el Espíritu Santo una
persona distinta en la Deidad, o no? Muchos pensabanque
el Espíritu era una energía, una criatura, o un ser angélico.
El Concilio agregó unas declaraciones al original Credo
de Nicea para enseñar que el Espíritu Santo era una
persona distinta tal como el Padre y el Hijo.
No
era hasta el Concilio de Constantinopla en 381, entonces,
que la doctrina moderna de la trinidad ganó la victoria
permanente. Ese concilio era el primero en afirmar inequívocamente
que Padre, Hijo, y Espíritu Santo eran
tres personas distintas de Dios, coiguales, coeternos, y
de coesencia. Un enmendado Credo de Nicea salió del
Concilio en 381. La forma actual del Credo de Nicea, que
probablemente apareció alrededor el año 500,46
es por
lo tanto más fuertemente trinitaria que el original Credo
de Nicea.
Había
otra gran amenaza al atanasianismo. El imperio romano
había comenzado a desmoronarse frente a los ataques
bárbaros, y las tribus bárbaras que estaban ganando
el dominio eran arianos. Plausiblemente, el arianismo podría
haber salido victorioso mediante las conquistas bárbaras.
Esta amenaza finalmente terminó, sin embargo,
cuando los Francos se convirteiron al atanasianismo
en 496.
Durante
esta época, otro credo importante surgió—el Credo
de Atanasio, un credo que actualmente no vino de Atanasio.
Ese credo probablemente representa la doctrina trinitaria
de Agustín (354-430), porque se desarrolló durante
o después del tiempo de Agustín. Este credo es la declaración
más comprensiva del trinitarismo en la historia de
la iglesia antigua. Solo la parte occidental del cristianismo lo
reconoció oficialmente.
Los
principales puntos de diferencia entre el oriente y
el occidente en cuanto a la doctrina de la trinidad eran
así
como se indica a continuación. En primer lugar, el oriente
tendía a enfatizar la trinidad de Dios. Por ejemplo,
a
los capadocianos el gran misterio era como las tres personas
podrían ser un solo Dios. En el occidente había
un
poco más énfasis en la unidad de Dios. En segundo lugar,
el occidente creía que el Espíritu procedía del
Padre
y del Hijo (la
doctrina Filioque),
mientras que el oriente
sostenía que el Espíritu procedió únicamente del Padre.
Esto por fin llegó a ser un importante asunto doctrinal detrás
del cisma entre el catolicismo romano y la ortodoxia
oriental en 1054.
El
Credo de Atanasio
A
fin de dar al lector una vista más completa de la doctrina
de la trinidad, una parte del Credo de Atanasio se
da
más adelante:
“Quienquiera
que será salvo: antes de todas
las
cosas es necesario que él retenga la fe católica.
Cual
Fe si todos no guarden completa y sin
mancha:
sin duda perecerá eternamente. Y La Fe
Católica
es esta: que nosotros adoramos a un
Dios
en Trinidad, y Trinidad en Unidad. Ni confundiendo
las
Personas: ni dividiendo la Sustancia.
Porque
hay una Persona del Padre, otra del
Hijo,
otra del Espíritu Santo. Pero la Deidad del
Padre,
del Hijo, y del Espíritu Santo, es todo uno:
La
Gloria coigual, la Majestad coeterna. Tal como
el
Padre es, así es el Hijo, y así es el Espíritu
Santo:
El Padre no es creado, el Hijo no es creado,
Y
el Espíritu Santo no es creado. El Padre es
incomprensible,
el Hijo es incomprensible, y el
Espíritu
Santo es incomprensible. El Padre es
eterno,
el Hijo es eterno, y el Espíritu Santo es
eterno.
Y aún ellos no son tres eternos: sino un
Eterno.
También no hay tres incomprensibles, ni
tres
no creados: sino uno no creado y uno Incomprensible.
Así
también el Padre es omnipotente, el
Hijo
es omnipotente, y el Espíritu Santo es
omnipotente.
Y aún ellos no son tres omnipotentes:
sino
un Omnipotente. Así también el Padre
es
Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es
Dios.
Y aún ellos no son tres dioses: sino un Dios.
Así
también el Padre es Señor, el Hijo es Señor y el
Espíritu
Santo es Señor. Pero no hay tres Señores:
sino
un Señor. Porque tal como nosotros somos
obligados
por la veracidad cristiana a reconocer
que
cada Persona por Sí misma es Dios y Señor:
así
también nosotros somos prohibidos por la
religión
católica a decir que hay tres dioses, o tres
señores.
El Padre se ha hecho de ninguno: ni es
creado,
ni es engendrado. El Hijo es del Padre
solo,
no hecho, ni creado, sino engendrado. El
Espíritu
Santo es del Padre y del Hijo, ni hecho ni
creado,
ni engendrado, sino procediente.
Entonces
hay un Padre, no tres Padres, un Hijo,
no
tres Hijos, y un Espíritu Santo, no tres Espíritus
Santos.
Y en esta Trinidad ninguno es antes, o
después
que otro: ninguno es mayor ni menor que
otro.
Pero las tres Personas son coeternas juntas,
y
coiguales. Para que en todas las cosas, como se
dijo
antes, la Unidad en Trinidad, y la Trinidad en
Unidad
debe ser adorada. Por tanto, el que se salvará
debe
pensar así de la Trinidad. . . .”47
El
Credo de Los Apóstoles
Antes
que concluimos este capítulo, debemos contestar algunas
preguntas acerca de lo que se llama el Credo
de
los Apóstoles. ¿Originó con los apóstoles? ¿Enseña el trinitarismo?
La respuesta a ambas preguntas es no. Este credo
tenía sus comienzos en una antigua confesión de fe usada
en la iglesia Romana. Se llamaba el Antiguo Símbolo Romano
(o Credo). Diversos eruditos han fechado el Antiguo
Símbolo Romano de 100 a 200 años D.C. Este credo
dice:
“Creo
en Dios el Padre Omnipotente. Y en
Jesucristo,
Su Hijo unigénito, nuestro Señor;
Quien
nació por el Espíritu Santo de la Vírgen
María;
Fue crucificado bajo Poncio Pilato y fue
enterrado;
El tercer día El resucitó de la muerte;
El
ascendió al cielo; y se sienta a la diestra del
Padre;
Desde allí El vendrá para juzgar a los vivos
y
a los muertos. Y en el Espíritu Santo; El perdón
de
pecados; La resurrección del cuerpo (la
carne).”
48
Este
credo se enmendó para enfrentarse con el desafío de
nuevos puntos doctrinales, hasta que por fin logró su forma
actual cerca del fin del quinto siglo. Los cambios más
importantes eran las adiciones que afirman lo siguiente: Dios
es el hacedor del cielo y de la tierra; Jesús fue engendrado
por el Espíritu Santo; Jesús sufrió y murió; Jesús
descendió al infierno (la sepultura); la creencia en la santa
iglesia católica (general); la creencia en la comunión de
los santos; y la creencia en la vida eterna.
Hay
dos cosas importantes acerca de la versión original y
otras que venían después. En primer lugar, ninguna versión
tiene un nexo histórico directo con los doce apóstoles, por
lo tanto aquellas versiones ni son más sagradas ni
más confiables que cualquier otra escritura de los primeros
pocos siglos después del tiempo de los Apóstoles. En
segundo lugar, ellas no enseñan la doctrina trinitaria. Mayormente
ellas siguen muy estrechamente el lenguaje
bíblico. Ellas describen al Hijo de Dios solamente en
términos de la Encarnación, en ninguna parte indicando
que el Hijo es una persona distinta en la Deidad o
que el Hijo es eterno. Ellas afirman una creencia en el Espíritu
Santo, pero no como una persona distinta en la Deidad.
En cambio ellas colocan esta afirmación junta con
otras declaraciones que se relacionan con la salvación, haciéndonos
creer que ellas hablan del don o bautismo
del Espíritu Santo y de la obra del Espíritu Santo
en la iglesia. Así, no hay nada realmente objetable en
el lenguaje si nosotros definimos los términos del mismo
modo que la Biblia los usa.
Sin
embargo, los trinitarios han reinterpretado el Credo
de los Apóstoles, sosteniendo que el credo apoya su
doctrina. Los protestantes y los católicos romanos ambos
lo usan hoy para declarar su creencia trinitaria. Ellos
lo han asociado con el trinitarismo de tal grado que los
que no son trinitarios no lo usan porque temen que serán
malentendidos.
Nosotros
no abogamos por el uso del Credo de los Apóstoles
por las siguientes razones. (1) El credo no originó
con los apóstoles como su nombre implica. Nosotros
no queremos crear una impresión falsa entre la
gente por usar ese título. (2) El credo no enfatiza todos
los temas importantes del Nuevo Testamento, especialmente
algunos aspectos que se deben enfatizar hoy
en vista de doctrinas falsas desarrolladas a través de los
siglos. (3) En vez de tratar de formular un credo que afirma
comprensiblemente una doctrina en una manera obligatoria,
nosotros preferimos usar la Biblia misma para
declaraciones sumarias de doctrina. (4) El uso de este
credo hoy nos asociaría con el trinitarismo. Aunque los
escritores no tuvieron esa doctrina en mente, la mayoría de
la gente ordinaria hoy lo consideraría una declaración
trinitaria. Para evitar una identificación con el
trinitarismo y el catolicismo romano, nosotros no usamos
el Credo de los Apóstoles.
Conclusión
En
conclusión, vemos que la doctrina de la trinidad no
es bíblica ni en su terminología ni en su origen histórico.
Tiene
sus raíces en el politeísmo, la religión pagana, y la
filosofía pagana. La doctrina misma no existía en la historia de
la iglesia antes del tercer siglo. Aún en ese entonces,
los trinitarios antiguos no aceptaban muchas
doctrinas
básicas del trinitarismo moderno tal como la coigualdad
y la coeternalidad del Padre y del Hijo. El
trinitarismo
no logró el predominio sobre la creencia de la
Unicidad hasta alrededor de 300 D.C.. No logró la victoria sobre
el arianismo hasta fines del cuarto siglo.
El
primer reconocimiento oficial de las doctrinas trinitarias
se hizo en el Concilio de Nicea en 325, pero aún
ese no era completo. El establecimiento pleno de la doctrina
no se hizo hasta el Concilio de Constantinopla en 381.
En breve, el trinitarismo no logró su forma actual hasta
el fin del cuarto siglo, y sus credos definitivos notomaron
su forma final hasta el quinto siglo.
Tomado del libro:
La Unicidad de Dios, David K. Bernard (Estados Unidos de America, Word Aflame Press, 1996) pags. 247-272
Puedes descargar este libro AQUI
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